Encontrándose con una realidad no tan amigable y en ocasiones hasta desmoralizante, pues solo estarán en promedio una semana, otras con alguna fortuna dos, pero no en todas las salas disponibles ni en los multiplex, sino en las llamadas, “salas de cine arte”, en horarios reducidos y con la condición de que si no cumplen con las expectativas de taquilla deberán despedirse prontamente de las pantallas inicialmente pactadas, con la ilusión opacada sobre todos los que conciben posible el sueño de hacer cine en Colombia… Esto es como llegar a octavos de final y jugar solo un primer tiempo, porque el estadio no se llenó.
Cabe destacar que, en los últimos 5 años, el cine colombiano viene creciendo no solo en el volumen de sus películas, sino en la calidad de las historias, la diversidad de los géneros, una excelente producción y el interés de extranjeros por invertir en el país y en el talento de actores experimentados como Vicky Hernández, Manolo Cruz, Andrea Gómez, Juan Pablo Barragán, Sebastián Gaitán, Julián Román, Variel Sánchez, Carlos Hurtado, Lucía Orozco entre tantos, junto a las nuevas generaciones que hacen una
“selección” de alto nivel.
Películas como “El rey de la montaña”, de Camilo Vega, “Rapunzel, el perro y el brujo” de Andrés Roa, “Pimpinero: Sangre y Gasolina”, de Andi Baiz Ochoa con la actuación de Juanes, “Rodrigo Branquias”, cortometraje de Andrés Guevara en el cine infantil y “La sombra del juez”, de la directora Libia Stella Gómez de la facultad de cine de la Universidad Nacional de Colombia, que logró clasificar y estar menos de una semana en cartelera; son algunas de las tantas producciones que por la extensión de esta columna no podré incluir junto a los documentales, pero que tienen grandes historias y mucho para competir y ofrecer al público.